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La odisea para trasladarse al centro de la Cuidad

  • Foto del escritor: Tertulia
    Tertulia
  • 3 nov 2020
  • 5 Min. de lectura

Para quienes viven en los al rededores de la Ciudad Capital, salir en épocas de pandemia para realizar sus diligencias conlleva y requiere disponer de algunas horas para llevar acabo la realización de estos.


Por Jeancarlos Guerra.


Eran las 5 a.m. cuando sonó la alarma, con los ojos de un tono rojizo, me dirijo al baño para cepillar mis dientes, darme un baño y arreglarme para salir a realizar los trámites necesarios para obtener la tarjeta de pulmones (requisito que algunas empresas piden, para contratar personal).


Bajo las gradas, agarro mi mochila, una color azul con algunos cinchos negros; meto un suéter color negro, cuello de tortuga, pues debido al acercamiento del huracán ETA, amaneció el cielo con el color gris oscuro, al salir de casa siento un viento bastante intenso, el ambiente a las 5:45 a.m. era de soledad, las tiendas aún cerradas, no había bulla de ningún tipo, hasta que veo pasar un carro color azul, camino hacia afuera de la colonia, y al pasar por las canchas veo a 5 personas ejercitándose, una pareja, vestían muy igual, short negros, zapatillas deportivas, y gorras, corrían de manera circular, rodeando la cancha de básquetbol, otra persona estaba sentada en una de las bancas de cemento, de aproximadamente unos 38 años, vestía un pantalón con un estampado de militar y una chumpa roja, solamente observaba como las otras personas hacían sus ejercicios.


Seguí caminando hasta salir de la colonia, era la primera vez que madrugaba para salir hacia el zona 1, de la ciudad capitalina, caminé algunos metros hasta llegar a la pasarela, color verde, con 22 gradas para subir y el mismo número para bajar. Me doy cuenta que realmente existe una <<nueva normalidad>>, pues existen diferencias muy marcadas, el tráfico estaba fluido, solamente habíamos 6 personas en la parada de bus, me siento para esperar y noto a una señora que estaba a la par de donde me senté, con su mascarilla blanca KN95, unos artes largos que tenían unas perlas que colgaban al final, rubia, aparentemente alta. Me ve de pies a cabeza y se aleja más de mí para guardar su distancia.


Al pasar el primer bus público, noto que las personas realmente actúan distinto, pues, ya no se amontonan para subir, tampoco se escucharon los gritos de los ayudantes de bus diciendo ¡trébol, trébol!, me pareció extraño pero igual decidí esperar al siguiente bus, pues noté que en el interior de este iban personas paradas, a los pocos minutos pasa el siguiente, me levanto y me dirijo a subir. No había ayudante cobrando, al terminar de subir las gradas veo un dispensador de alcohol en gel, el frasco trasparente pero la boquilla tenía un color café claro por el uso, veo que el conductor tenía una pequeña cabina hecha con un nailon trasparente, tenía una rendija por donde cobra el pasaje.


Al subir noto que solamente vamos 13 personas, y en los asientos solo se puede sentar una persona, mientras que antes se sentaban hasta 3 personas en cada sillón e iba gente colgando en la puerta de adelante y también en la de atrás, ¡realmente hemos tenido que cambiar y adaptarnos a una nueva manera de vida!, iba una señora con sus 3 hijos todos sentados en el mismo sillón, con sus mascarillas puestas, uno de ellos no quería tenerlas y veía a su mamá con una mirada que trasmitía molestia por tener que ponérsela <<sino te la dejas, nos van a bajar del bus>> dijo su madre mientras le arreglaba la mascarilla.


Estación de transmetro en Trébol zona 12 cuidad capital (Fotografía por: Impacto Popular)


Al llegar a la última para del bus en el trébol, caminé hacia la pasarela, debía tomar el transmetro, las entradas había cambiado, menos personas se encontraban esa estación, que siempre fue la de mayor afluencia en las mañanas, las personas siempre con prisa caminaban, tratando de mantener una distancia pertinente para evitar contagios, antes de ingresar la moneda para poder abordar, habían unas máquinas que toman la temperatura, a la par, se encontraba un policía de EMETRA (Entidad Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito), vestido con su uniforme verde limón con franjas limón y de lado izquierdo el logo de la municipalidad, después de tomar mi temperatura la máquina, me hizo una señal con su mano para que siguiera avanzando.


Había pocas personas esperando abordar el servicio extra urbano, para trasladarse a la zona 1, de la capital, a los segundos de estar esperando abordar, se acerca una unidad de transmetro, se abrieron las puertas y una policía dio la instrucción de que habían llegado «para el trébol, pueden bajar», luego hizo una seña con moviendo su brazo junto con su mano para que abordáramos el bus.


Estando dentro, veo que solo una persona se puede sentar en los asientos que eran para dos, muy parecido a los buses urbanos, pero estando ahí la distancia que se tomaban algunos dejó de ser respetada. Adentro las personas se topaban al entrar y salir del transmetro, todos con su mascarilla puesta y esa mirada de temor de ver que alguien que no conoces va a la par tuya, al bajar en la estación me di cuenta que tiene un aparato en el cual, al colocar la mano, expulsa alcohol en gel, para evitar la propagación del covid-19.


Pasajeros del servicio de transporte público dentro del transmetro (Fotografía: Publinews).


Al llegar a zona 1, noto a varias personas que van a sus lugares de trabajo, caminando en la calle, con su mascarilla puesta, algunos con audífonos puestos, otros en grupo hablando pero siempre con mascarilla, y me doy cuenta que la mayoría ya está acostumbrada a la nueva normalidad, las mascarillas incluso parecen ser parte del outfit de las personas, había una señora que llevaba un saco negro con un estampado de rosas, y su mascarilla también tenía el mismo estampado.


Mientas caminada hacia mi destino y miraba como las personas interactúan en esta nueva normalidad, veo mi reloj y eran las 8:30 p.m. fue en ese momento, donde me di cuenta que para quienes viven en las afueras de la cuidad, dirigirse a zona 1 o las zonas más céntricas es una odisea, desde transbordar 2 o 3 servicios de buses, hasta el tiempo de trasladarse de un lugar a otro, y a eso le podemos sumar, los riesgos de contagio que esto implica para el pasajero que utiliza este servicio y que debe tomar más de un bus para llegar a su destino.


Así que si debe hacer alguna diligencia y vive en las afueras de la cuidad, lo recomendable sería salir aproximadamente unas 3 horas antes, y estar a tiempo en el lugar al que se dirige.

 
 
 

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